domingo, 1 de noviembre de 2009

eternidad instantánea


Una hora, dos horas, tres horas, un segundo, un minuto, una eternidad, pasa en un segundo.
El tiempo es como el viento, jamás está quieto, y jamás sabes dónde estará, no puedes atraparlo, no puedes poseerlo, no puedes detenerlo, eso nos hace libres.
Un instante me basta para no querer perder más el tiempo.
Una palabra me hace sentir el fuego interno de la vida.
Un beso me entrega la angustia de esperar el otro.

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