Te elevas del cielo, crees que puedes volar, sientes que ya nada importa si estás con él, camino por lugares oscuros pero no sientes miedo estas tomada de su mano, solo caminas, solo lo miras, le dices tu vida en una palabra, en una mirada, viajas con él a un mundo que no conoces, ruegas por qué no se termine, ya nada vale la pena, pero el fin, siempre el maldito fin. Una vez escribí que el fin no existe, que solo es un pretexto para escapar, pero por que este fin se me hace tan tormentoso, porque siento que me pierdo en la ciudad, porque siento que no estoy en casa, (nada nuevo). Por una vez en mi la vida no quiero escapar, solo enfrentarme a mi misma y al mundo entero.
¡Qué belo! Chévere.
ResponderEliminar