La busco en la sala de clases, esperando que ella me vea, cuando la encuentro, miro sus ojos tan tiernos como diciéndome ven, y trato de no salir corriendo de miedo. Cuando tengo la posibilidad de mirarla lo hago tratando de que no piense que soy una psicópata. Pero sus ojitos me dicen mírame. Cuando llegue a primera vez a la clase ella me miraba y me sonrió yo no conocía a nadie y este lunes la vi en el metro y ella me dijo ¡hola! Con su vos dulce, yo le dije inmediatamente no tenemos clases. Y sin darme cuenta entre a otra clase horas después y ella entro fue ahí donde me di cuenta que ella estaba conmigo casi en todas las clases. Hoy supe su nombre CAMILA. si pudieran verla se darían cuenta que es algo imposible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario