lunes, 13 de julio de 2009

El Hombre y la Estrella


Me miras y te miro, no puedes hablarme y aunque yo lo haga no estoy seguro de que me entiendas, tus ojos se ven tristes o quizás es el reflejo de los míos.
Miro el cielo nuevamente y continúas mirándome, intento imaginar lo que siente estado allí, y mientras más lo pienso mas lo anhelo. Pasan días, semanas, meses y cada noche las miro, siguen tan calmadas, nada las molesta. La luna las acompaña, les quita luz, les quita protagonismo, sobre todo a ti, eres pequeña y estas alejada de las demás.
Quiero creer que un día seré como tú.
A veces siento que me hablas y también te hablo. Te cuento que pasa en mi vida, y quiero creer que me escuchas. Y también te escucho, me cuentas lo que ves. Cada día pasa sin mucho valor, sólo pienso en ti, creo que cada día dejo de vivir un poco.


Una noche se quedo dormido mirando su estrella, cuando despertó ya no miraba su estrella, miraba su cuerpo, entonces comprendió que ya no era un anhelo.
La estrella le hablo, me diste lo que más deseaba y yo te di lo que más querías, ahora eres libre de brillar.

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